Hay en tu alarmante belleza
una clara nota de distinción
que siempre me trae de cabeza
sin la menor explicación,
para pillarme indefenso
y por sorpresa
dibujando la frágil estructura
de un arrugado corazón.
Cada vez que cierro los ojos
me visita sin invitación
tu incombustible silueta,
es entonces...
cuando recorro tus aristas
y me siento malabarista
al descubrirte protagonista
del perpetuo imperio
que preside mi deseo.
Donde reinas con benevolencia
y extiendes el algodón de tu voz
para brindarme tu indulgencia
rociándome con el agua bendita
que, pálida y serena, precipita
mi espontánea evaporación.
Mientras mi alma se da a la fuga
el calor de tus manos planchitas
va desdibujando las arrugas
recomponiendo la estructura
de mi agitada respiración
que flota ausente y resplandeciente
en el inagotable manantial
de tu infinita dulzura.
Donde habitan
las laboriosas luciérnagas
que se ocupan de restablecer
en cada nuevo amanecer
la caricia de tu sonrisa
que ya se ha hecho
ama, dueña y señora
por gobierno propio
de los estandartes
de mi memoria.
Para disolver
sin el menor esfuerzo
los límites de esta fisonomía
que se rinde a la magia divina
del clamor de tu sedimento.
Que me recorre como un relámpago
para convertirse en luz y cimiento,
con el que bordar mis pupilas
en las lindes de tu cuerpo.
Y descubrir...
cómo tus labios letales
son capaces de robarme el aliento
para pillarme indefenso
y por sorpresa,
vertiendo el peso del sustento
del clamor de tus besos licuantes
por entre los cauces de mis sueños.
José ángel
me visita sin invitación
tu incombustible silueta,
es entonces...
cuando recorro tus aristas
y me siento malabarista
al descubrirte protagonista
del perpetuo imperio
que preside mi deseo.
Donde reinas con benevolencia
y extiendes el algodón de tu voz
para brindarme tu indulgencia
rociándome con el agua bendita
que, pálida y serena, precipita
mi espontánea evaporación.
Mientras mi alma se da a la fuga
el calor de tus manos planchitas
va desdibujando las arrugas
recomponiendo la estructura
de mi agitada respiración
que flota ausente y resplandeciente
en el inagotable manantial
de tu infinita dulzura.
Donde habitan
las laboriosas luciérnagas
que se ocupan de restablecer
en cada nuevo amanecer
la caricia de tu sonrisa
que ya se ha hecho
ama, dueña y señora
por gobierno propio
de los estandartes
de mi memoria.
Para disolver
sin el menor esfuerzo
los límites de esta fisonomía
que se rinde a la magia divina
del clamor de tu sedimento.
Que me recorre como un relámpago
para convertirse en luz y cimiento,
con el que bordar mis pupilas
en las lindes de tu cuerpo.
Y descubrir...
cómo tus labios letales
son capaces de robarme el aliento
para pillarme indefenso
y por sorpresa,
vertiendo el peso del sustento
del clamor de tus besos licuantes
por entre los cauces de mis sueños.
José ángel
¡Precioso! me encanta sentirte feliz
ResponderEliminarUn beso de finales de otoño
Muchísimas gracias, nunca me había sentido tan feliz, así es.
EliminarUn abrazo grande amiga.
Genial! siempre es un placer leerte. Descubrir emociones escondidas entre la gran belleza de tus palabras. He estado retirada de este mundo tan amplio y enriquecedor que supone los blogs pero sin duda, leerte y saber de tus sensaciones es toda una riqueza... :))
ResponderEliminarun fuerte abrazo y felices fiestas siempre en buenísima compañía.
Mucas felicidades Esi, qué ilusión me hace verte por aquí de nuevo, es todo un placer saber de ti. Sé todo lo feliz que seas capaz de imaginar en tus sueños, un abrazo escritora.
Eliminar
ResponderEliminarEso es amor... ;)
El amor...
todo lo llena,
todo lo alcanza,
todo lo puede...
Que disfrutéis mucho,
no ya de estos días,
sino de cada uno
de los que amanecen
y anochecen...
Que cada año que llegue
os encuentre igual de enamorados...
siempre.
Un beso y un cálido abrazo para los dos!!
:)
MUchas gracias X, que este año nuevo que viene sirva para que todos tus sueños se vayan haciendo realidad, un abrazo fuerte de los dos para tí.
EliminarUnas palabras de mi maga:
Eliminar"Muchas gracias X, te envío un fuerte abrazo. Y feliz año a todos!!!!!"
Kauac Buluk