lunes, 23 de junio de 2014

De Augurios y Leyendas


Con la frescura 
de un rocío bañado en la confitura 
de un rastrojo de perseidas;
se hizo inminente el augurio, 
de lo que sería el nacimiento
de un noble sentimiento.
Forjando una nueva leyenda
de sedosos estambres
gobernando los manatiales
que iban a presidir esta ofrenda.

Con la premura
en la que se nutriría del aroma
con el que nos despertaron
de un antiquísimo letargo,
enjambres de lirios lejanos
disputando la cortesía del lecho
de esta noble marmita de barro.

Donde la voluntad consecuente
del leve fuego conveniente,
nos permitió olvidar en un instante 
las añejas herrumbres de nuestro pasado.
Con el suave lazo del calor condensado
en la memoria del peso de un beso
macerado entre tomillo y romero
como leve caricia que resbala sin prisa
por las lindes de nuestro costado.

Para así poder revolotear
con inocencia de gorrión
la lisura que envuelve tu ser 
con un blando manto de alabastro.
Y repasar con un pincel de ternura
el esbozo del paisaje de tu rastro.

Y comprender,
como predijo el oráculo
el ropaje de los algodones
con los que conspira y respira
este nuevo universo.
Que se regocija y desvencija
en el fruto del anhelo
con el que fuimos capaces
de convertir nuestro sueño
en auténtico milagro del tiempo.

Para vestirlo 
con las galas del jengibre
que nos otorga nuestra intimidad.
Y en una ráfaga de verdad sostenible
convertirlo en realidad convencida
de los clamores de un viento
que nos hará sentir libres.

Para llegar
a contemplar la vida...

Desde tan lejos 
como nos permita 
la eternidad,
desde tan cerca 
como nos aconseje
el latido que nace
en nuestro silencio.

                            José ángel Dela..)
 

 
"He adoptado la ilusión
como única medida de tiempo
no pasan los días,
pasan los sueños."
 
(Ginés Aniorte)