Te siento en cada latido,
me arrancas las rendijas
y vas dando cuerda
a este rumor fugitivo.
Hay tanto de ti
en este sacudir mar adentro,
en este cabalgar peregrino
por las lindes del delirio.
Te siento nívea y pura
como el clamor de un rugido
que en mi pecho se aventura
para forjar mi destino.
Y renacer en cada suspiro
de salitre y espuma
con el que tus ojos
llenos de magia
me arrebatan el alma
y le van sacando brillo.
......................... Josiño
Prefiero el brillo de tus ojos
al de los diamantes.
Porque solo brillan para mí.
(José Narosky)
Cuando te llegan tan dentro, que logran acariciar el alma
ResponderEliminarUn beso, José Ángel, un placer volver a leerte
gracias por tu visita Ame
Eliminarun abrazo
Cuando un corazón escribe poemas el resultado es insuperable.
ResponderEliminarmuchas gracias amigo
Eliminarun abrazo
unas palabras bellisimas , sera la fuerza de la alcarria profunda...
ResponderEliminarDebe ser la fuerza del corazón
EliminarUn abrazo runner